Según dicen algunos que suelen hacer caso a toda pavada que circula por el mundo, en este año se acaba el mundo.
Individuos que seguramente serán versados en la lengua maya, han interpretado sus calendarios, escritos, frisos, innumerables volúmenes de la antigua biblioteca maya y han concordado que en el 2012, se termina todo.
Y seguramente, cuando las 12 campanas del 31 de diciembre de este 2012 suenen anunciando la llegada del 2013, empezaran a decir que las escrituras sagradas de los mayas se referían a la filosofía cuántica supraterrenal influida por los astros que regían a los dioses sempiternos en las fiestas sacras de las medialunas de manteca y maíz, cultivo autóctono si los hay.
La cuestión que mas allá de toda esa pavada intrínseca que solemos consumir, aplaudir, tomarnos en serio o directamente ignorar olímpicamente, otro año ha comenzado.
Y se nos fue "redepente" ese 2011 que muchos putearon hasta el hartazgo, que otros veneraron de la misma manera, pero que fue un año mas, como todos... con tristeza, con alegrías, con sorpresas, con rutinas.
Así es la vida, gracias a Dios.
Los días pasan, los meses también, y siempre estamos despidiendo un año para recibir otro.
Cambiando calendarios, descorchando las bebidas favoritas, comiendo hasta el hartazgo, tirando cohetes, o insultando a los que los tiran, haciendo propósitos que no se cumplirán, o si...
El eterno y ya tradicional desfile de costumbres que podrán ir variando con la modernidad y la renovación de la especie humana, pero que en el fondo es mas de lo mismo.
Y esta bien que así sea, porque eso es parte de lo que somos, y de lo que seremos.
Y es lindo recordar, en ese momento mágico de la medianoche del 31, a todos aquellos que no están presentes en la mesa para brindar con uno.
Levantar la copa en forma simbólica, unirse en ese brindis atemporal a los que están lejos... y a los que nunca estaran, pero siguen acompañando nuestros días. Si, esos días que componen esos años que indefectiblemente llegan a su fin, vaya casualidad, cada 31 de diciembre.
Por todo eso, por mucho mas y por mucho menos, es mi deseo que este 2012 sea un año mejor para todos.
Mejor, ni igual ni peor... mejor.
O acaso no puedo tener esa esperanza?
FELIZ 2012 PARA TODOS!
Countdown
lunes, enero 02, 2012
Estrenando el año
lunes, agosto 29, 2011
Se agrandó la mesa, nomás.
El 21 de agosto fue en Argentina el Dia del Niño, y la mejor manera de festejarlo fue... con un niño. Niña en este caso, y como las imágenes valen mas que mil palabras (en algún lado lo leí), les presento a Justina.
Obviamente mas que felices con este nuevo rayo de sol que Dios nos regaló.
Amor de hermana mayor |
Ojos bien abiertos |
Las tres nenas |
A este señor lo conozco... |
viernes, junio 10, 2011
Mascotas de la vida
Hace poco mi hermano Gustavo subió algunas fotos de las mascotas que compartieron sus días durante su adolescencia y en los últimos tiempos.
Junto con esas fotos relató también algunas de sus vivencias y dedicó algunos renglones de más a nuestro perro Nippur.
Antes de copiar esas palabras, con su obvio permiso, quiero "hablar" yo de Nippur.
Allá por los early 70's se nos ocurrió que finalmente teníamos que tener un perro en casa. Pero uno elegido por nosotros, mas precisamente mi hermana Cristina y yo. Habíamos tenido uno que había sido un regalo de un conocido, pero no terminó de congeniar con nosotros y finalmente fue a parar al campo de otro conocido.
Pero este perro tenía que ser especial.
Preferentemente de esos que "no crezcan mucho", nos dijeron. Y fuimos a la veterinaria a ver que había en oferta... y ahí lo vimos. "Un pomerania", nos dijeron. Como no había internet en esos años, no pudimos googlearlo pero sabíamos que era un perro de compañía de tamaño regular, tirando a chicuelo. Así que Nippur terminó siendo parte de la familia. El nombre fue instantáneo, ya que en casa eramos fanáticos de las historietas de Columba y Nippur de Lagash era uno de nuestros personajes preferidos.
Bueno, el "pomerania" terminó siendo cruza con ovejero o alguna bestia así, porque el guacho creció demasiado. Pero era el "elegido". Fue el perro que acompañó mi adolescencia y con el que no pude compartir mi juventud pues me fui a vivir a Baires y no eran muy frecuentes mis viajes a Pehuajó.
Pero cada vez que llegaba, ahí estaba el gran Nippur dispuesto a recibir el cariño que se merecía.
Copio a continuación las palabras de Gustavo, quién más lo disfrutó y hago mías también algunas vivencias, sobretodo las del fútbol, que aunque fueron pocas, fueron tal cual las cuenta Gustavo.
Compañero de todos mis momentos de pibe.
Había inventado una forma de jugar al fútbol con él: él jugaba mordiendo su pelota favorita y yo con una de tenis. Yo usaba su cucha de único arco y para él, hacer gol, era cuando atrapaba e inmovilizaba la pelotita de tenis.
¡No le gané nunca! No alcanzaban penales simulados, fuera del área, foules sin que vea el árbitro (yo). Me ganó siempre.
Además al quía le contaba todo y se fue con más de un secreto...
La última incluye a otro grosso, Manolo, el tortugo que llegó a casa siendo Manuelita, como todos, hasta que un veterinario te la arruina diciendo que era macho.
De él no tengo fotos pero si una historia espectacular de las últimas horas de Nippur, ya muy enfermo, en casa.
Lo historia de ellos era un permanente acoso del tortugo, mordiéndole las patas, o algo así, al punto que Nippur cada vez que lo veía venir empezaba a guitarrear con la patita de los nervios y a dos centímetros se levantaba y se iba.
El último día, ocurrió lo mismo de todos, pero como ya no podía levantarse no le quedó otra que dejar que Manolo se acercara.
Las últimas horas de Nippur fueron una siestaza de él con la cabeza apoyada arriba de su amigo, Manolo, despidiéndose."
amigo del alma,
quiero que mi cuerpo
te sirva de almohada;
dormite en mi espalda que es dura y aguanta,
que pienso en perderte
y mi angustia la ablanda...
Esta tarde estaremos unidos
recordando el pasado en silencio
y una lágrima herida
será una canción al caer
de mis ojos al suelo
y en tu mundo, sonará...
Dejaré de dormir en invierno
para cuidar tus tesoros secretos
y si el sueño me vence,
espero tener un lugar
en tu cielo de perros
y volvernos a encontrar."
martes, mayo 10, 2011
Festejo con recuerdos
Para mucha gente fue una noticia mas.
Para los que seguimos y amamos el futbol, es un acontecimiento de importancia en la vida de alguien.
Para otros, y me incluyo, es una noticia especial.
El sabado pasado salio campeon Atlanta. Si, esta bien, gano una de las categorias menores, de ascenso como le decimos aca. Pero ese campeonato le permitira jugar en una de las categorias mayores y aspirar, porque no, de ingresar a la maxima instancia del futbol argentino.
El campeonato de Atlanta motivo que recibiera de mi listas de correos innumerables mails contando la alegria que sentian por el hecho, aun de gente que no es fanatica de ese club, si no solamente simpatizante por una u otra razon. Muchas familiares, otras de barrio.
Y esta noticia, me alegro tambien.
Es que yo iba a ver a Atlanta.
Yo vivia de estudiante en Tucuman y Uruguay, pleno centro de la Ciudad de Buenos Aires.
Era la epoca en que el viejo Canal 7 transmitia un partido en directo los dias viernes. No se transmitia el futbol por entonces. Era todo un lujo poder ver un partido en tu casa.
Y daba la casualidad que regularmente transmitian a Atlanta.
Y a mi me quedaba al toque tomando el subte en Uruguay, hasta Dorrego.
Entonces me veia el primer tiempo en tv y salia de raje con el silbato a tomar el subte, y llegaba apenas empezado el segundo tiempo y entraba gratarola.
Despues ya directamente iba desde temprano.
Me sentaba con la hinchada de Atlanta y alentaba como uno mas, era contagioso.
Recuerdo que las hinchadas visitantes ocupaban la tribuna del medio, la que da a las vias, y la local eran las dos de los arcos.
Entonces el asunto era sencillo, veias primero desde el arco que marcaba el ataque bohemio, y en el segundo tiempo caminabas hasta el arco contrario para ver lo mismo.
La cuestion era que pasabas delante de toda la hinchada contraria, que te jorobaba un poco, depende el partido, (pero si era un viernes, nunca era un partido jodido) te cargaba si iba ganando, o te puteaban si iban perdiendo, pero nunca se armaba bardo. Tanto que llegabamos al arco contrario sin problemas.
Lindos recuerdos me trae la cancha de Atlanta, lindos recuerdos me trae Atlanta. Recuerdos de una epoca en que ir a ver un partido de futbol era precisamente eso.
Grande Atlanta! Felicitaciones Campeon!
martes, febrero 15, 2011
Luna que te quiebras...
Inspiración para algunas poetas, símbolo de presente imposible para algunos enamorados, satélite natural para los científicos, objeto del mas grande 'hoax' de la historia de la humanidad para varios...
La luna fue siempre un tema interesante...
Siempre quise tener la posibilidad de sacar alguna foto donde pueda mostrarla como me gusta verla en algunas transmisiones de televisión (deportivas, la mayoría) y nunca tuve la chance.
Bueno, intentaba fotografiarla de noche, pero solo salía como resultado una mancha lumínica, sin formas ni nitidez. Seguramente algún control en la cámara que no sé manejar convenientemente.
La otra tarde se la veía tan linda desde el patio de casa, y tan temprano, que me animé a sacarle un par de fotos.
La primera a tamaño normal, la segunda con un poco de zoom.
Eso si, la banderita que dicen haber puesto allá arriba, sigue sin verse.
lunes, enero 31, 2011
Caranchos
Hay una canción de Atahualpa Yupanqui que dice algo como: "En la cumbrera e'mi rancho anidaron dos horneros, y yo parezco un extraño y el rancho parece de ellos".
Bueno, yo podría tomar esos versos del gran Atahualpa y "versionarlos" a mi manera diciendo algo como: "En la antena del vecino anidaron dos caranchos..."
Hace ya casi un mes que tenemos visitantes en el barrio.
Y sí, en la antena que el vecino tiene para su equipo de radio banda ciudadana, una pareja de caranchos se tomó el atrevimiento de posarse allí arriba para pernoctar en tan cómodo lugar.
Y no solamente es, si no que a los pocos días se sumó un tercer carancho, y los tres conviven en armonía... entre ellos.
Es muy simpático el espectáculo de cada día, cuando al caer la tarde llegan las dos bestias, con sus alaridos a pleno anunciando el arribo.
A veces no vienen solos, si no que a los pocos minutos aparecen algunos pájaros más sobrevolándolos y lanzándose en picada hacia ellos tratando de darles algún picotazo.
Los caranchos ni se inmutan. Simplemente cuando pasan cerca les tiran algún picotazo como para defender su territorio y tranquilidad.
Seguramente los ataques vienen por que los muy guachos habrán pasado por algún nido extraño haciendo maldades.
Primero fue un chimango el que les hizo frente, y después fueron un par de benteveos o carpinteros que suelen andar por acá.
La cuestión es que el show diario lo tenemos asegurado y hasta me he permitido sacarles alguna foto.
lunes, enero 24, 2011
Empezamos a agrandar la mesa?
El año pasado recuerdo haber escrito un post similar, solamente que el título del mismo era "Hay que agrandar la mesa", una frase de película que expresaba mi sensación de ese momento al saber que Clara estaba esperando mi segunda/o nieta/o.
Lamentablemente se frustró el embarazo por cuestiones de fijación del embrión y me vi obligado a quitar el post del blog. Con mucha tristeza, por supuesto.
El tiempo pasó y la posibilidad se abrió de nuevo.
Esta vez se mantuvo con mas paciencia pues uno no quería repetir el apresuramiento, e internamente subsistía el temor de quedar nuevamente con las ganas.
Bueno, al parecer, si Dios quiere, para mediados de agosto tendremos un nuevo integrante en la familia.
Tuve la dicha de acompañar a Clara a su primera ecografía y el enorme placer de escuchar por primera vez los latidos de Camila o Juan Francisco.
Si, son solamente 2 cm. de vida, pero ya esta ahí bien fijadito al útero de la mami dejándonos con la incognita acerca de su sexo hasta mas adelante.
En realidad, no importa que sea nene o nena, personalmente mi debilidad son las nenas, así que espero sea una Camilita, pero un Juan Francisco sería toda una novedad a una familia llena de mujeres.
Señoras y señores, y porque no lactántricos, les presento a... (cada uno haga sus apuestas).
De más está decir que esperamos que todo siga con salud y con alegría, y Dios quiera que traiga toda la felicidad que sea posible.