En el Colegio San José de Pehuajó, donde soy docente de Economía y de Contabilidad, hoy 20 de junio, se realizó el acto por el Día de la Bandera.
Y fui el encargado de redactar y leer el discurso alusivo. Por ello, a modo de homenaje a nuestra enseña patria y a su creador, don Manuel Belgrano... aquí lo transcribo.
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La humedad y el calor de aquel 27 de febrero de 1812, en las barrancas del río Paraná, fueron testigos de aquel sueño de libertad e independencia representados en los colores celeste y blanco de la naciente enseña patria.
Don Manuel Belgrano, su creador, miraba ese símbolo de la patria grande que soñaba, en su inquebrantable fe y esperanza.
Sueños de libertad e independencia de una nación que estaba destinada a ser grande en el convulsionado mundo.
Sueños de un patriota que debió enfrentar un sinnúmero de piedras en el camino.
Años después, un 20 de junio de 1820, pobre y enfermo, Belgrano pasaba a la inmortalidad sin ver su sueño cumplido, pero con la misma fe y esperanza del principio.
Su legado quedaba para la posteridad.
Hoy, hacemos un alto en nuestra diaria tarea para reflexionar juntos acerca de la importancia de tener una Bandera que nos permite reconocernos como argentinos delante del mundo entero.
Y, venimos pues, a rendirle el mejor de los homenajes que él hubiera deseado: festejar la alegría y la importancia de tener este símbolo patrio que nos identifica como nacidos todos bajo un mismo cielo, y por ende, sentirnos hermanados bajo su manto celeste y blanco.
Este día debiera ser de agradecimiento por parte de esta ciudadanía hacia este emblema de unidad e identidad que los argentinos hemos sabido defender y respetar a lo largo de nuestra historia.
Pero, entonces surge la pregunta.
Hemos sabido respetar y defender este símbolo a través de nuestra historia?
Cuando miramos alrededor y analizamos los hechos cotidianos descubrimos que, lamentablemente, la bandera es tomada en la mayoría de los casos, como un simple elemento decorativo, que nos une en gestas deportivas, en protestas callejeras, en luchas irreconciliables, pero que no produce ese efecto que, a veces, envidiamos en silencio a otros pueblos, la unión desde el fondo del corazón, el sentimiento de arraigo y pertenencia, el deseo de ver crecer a nuestra patria de manera solidaria y mancomunada hacia su real independencia.
Con mucho dolor vemos que gran parte de nuestra juventud ha crecido sin ese fervor patrio que sus colores debieran despertar, y en gran parte, la responsabilidad de ello es nuestra, de aquellos que no supimos amarla, defenderla y transmitir a las futuras generaciones el orgullo de ser argentino.
A veces nos emociona ver como algunos compatriotas que tuvieron que emigrar hacia otras culturas, se conmueven hasta las lagrimas cuando por algún evento nuestra bandera flamea en tierras extrañas.
Se siente el país, el cariño por la tierra lejana, la nostalgia del suelo que nos vio nacer, y que a veces no valoramos como lo merece. Y eso surge desde lo profundo del corazón, solamente por admirar ese símbolo, esa “enseña que Belgrano nos lego”, como rezan los versos de aquella marcha que ya prácticamente no se canta mas.
Y entonces, como Belgrano, me gusta soñar...
Soñar con el día de poder ver a nuestra bandera saludada con el respeto y el amor que se merece, no como un símbolo fetichista y temporal, sino como el estandarte que evoca a nuestros próceres y su sueño, el mismo, de ver una Patria unida, honrada y amada.
Que grato sería que ese sentimiento de amor y fervor que se refleja en nuestra Bandera lo viviéramos con fuerza y plenamente todos los días; en cualquier lugar que ella se nos presente.
En estos días en que nuestra patria se ve convulsionada y la desesperanza pareciera ganar el corazón de los argentinos, sería bueno detenernos y como Belgrano, ponernos en manos de la Divina Providencia y agradecerle el inmenso don de haber nacido en esta tierra.
Jesucristo, Señor de la historia, te necesitamos.
Nuestra Señora de Lujan, ruega por nosotros.
Countdown
viernes, junio 20, 2008
Día de la Bandera
El gol soñado
EL 17 de enero del año 2000, Martín Lozzia, un amigo integrante de una las listas de correo a las que estoy suscripto (en mi opinión... LA lista), publicó un relato muy especial para él.
Lo comparto en este blog, porque ayer se cumplieron 27 años de tal acontecimiento y lo amerita.
Se han editado algunas partes, solo para dejarlo mas presentable en este blog.
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Veo que se ha estado hablando de goles "soñados", "épicos", de esos que cualquiera en el mundo quisiera concretar. Que Okocha, que el de Diego a los piratas, que Crespo define bien, bla bla bla.
Pues bien, estimadérrimos, el que suscribe tuvo la inconmensurable dicha de convertir un gol de esa naturaleza.
Con licencia, temiendo abusar de vuestra paciencia pero a la vez intentando hacer brotar una sonrisa en vuestros labios, va el somero resumen del historico hecho.
La fecha: viernes 19 de junio de 1981.
El lugar: el patio grande del Colegio San José, el verdadero, no el de Calasanz o el de Flores, no no, el legitimo Sanjo, el del centenario barrio de Balvanera (Bartolo Memitre y Azcoinaga), el PRIMER colegio privado del pais (hablo de 1858), el de los padres bayoneses ...
Breve sinopsis histórica: en el San José existía (existe) una centenaria tradición que consiste en lo siguiente: en las fechas patrias, y luego del acto conmemorativo correspondiente, se jugaba un partido de futbol que su solo nombre lo dice todo: Seleccion de 5to Año vs Seleccion de Profesores.
No hace falta que diga que uno, desde purrete nomas, se colgaba a la baranda del primer piso (porque la planta baja estaba repleta de gente, imaginen que toooooodos los alumnos mas tooooodos los padres que estaban en el acto, zas, se mandaban directo al patio para ver el partido) decia, estando apenas en 3er o 4to grado nos colgabamos de la baranda para ver a
"los de quinto" como jugaban contra los profesores.
Ya cuando se entraba en la secundaria, era una cuenta regresiva constante.
En particular, durante mi secundaria (1977-1981) había cuatro 5tos años, con lo cual habia 4 partidos al año (5to "A", 5to "B", 5to "C" y 5to "D"), uno por cada feriado.
Imaginen Uds. que en la semana previa al partido, uno no podía ni dormir (creanme, no exagero). En los pasillos del colegio no se hablaba de otra cosa. Adicionalmente, cuando le toco a MI 5to "B" jugar, los profesores hacia 7 años !!!! que no perdían. Obvio, en el seleccionado de ellos predominaban los profesores de educación física sobre los de biología, o sea que la cosa estaba muy muy peliaguda. Ademas, uno no es de fierro y le daba un no_se_que ir a cruzar con dureza al profe de historia, un back de lujo, la verdad. La razon era obvia: a la semana siguiente era muy posible una situacion del tipo "Ajaja, Lozzia, pase a oral, digame, cuandos pelos en la crin tenia el caballo blanco de San Martin cuando cruzo la Cordillera, eh? Ah, no lo sabe? Bueno, tiene un uno, sientese nomas.".
Recuerdo que mi viejo me ayudo a escribir un cartel que pegue en la cartelera de secundaria que decía:
"Te quedaste sin ver a Frank Sinatra? No conseguiste entradas para Queen?
No importa, el evento del año es este viernes y no te lo podes perder. 5to "B" intentara quitarle el invicto de 7 años a los Profesores. El viernes, después del acto del Día de la Bandera".
Partido cerrado, de mucha marca y dientes apretados. Nosotros, la verdad, teniamos un equipazo, los 7 que jugabamos estabamos en la Seleccion del Colegio y si llegabamos a perder nos matabamos. Hasta nos habiamos puesto jugo de limon en las zapatillas para resbalar menos (?). Durante semanas planificamos la estrategia, definimos la formación (cosa muy jodida, porque TODOS quieren jugar ese partido), una obsesión total.
EL primer tiempo termino 5 a 1, una fiesta, 2 goles del Tincho, un paseo, los profes no la veían ni en cámara lenta.
Pero en el 2do empezamos a boludear, sobramos la situación y la cosa se puso espesa. Nos metieron 3 al hilo y nos colgamos del travesaño sin pensarlo demasiado.
Faltando apenas un par de minutos, ganábamos 5 a 4 y el patio se venia abajo (" Y acá esta, y acá lo ve, es el famoso quinto B").
Y no viene el turro de Rey Valzacchi (ayudante de Matemáticas el muy cerdo) y mete un cabezazo al angulo y Richard que no llega y nos empatan, 5 a 5, la pu#"$%#%#$ que lo pa#%$#$%.
Se hizo en el patio un silencio cruel. Los profesores festejaban abrazados y nosotros no teníamos consuelo, el Chino sentado en la mitad de la cancha, Andrés a las reputeadas, el Pato que lagrimeaba, vieron cuando ni siquiera hay quien saque la pelota de adentro del arco? Una desazon total.
Y fue entonces, en ese preciso instante, en que levante la vista y mire la enorme estatua de San Miguel Garicoits en la galería del 1er piso, y les juro que me pareció que me guiñaba un ojo.
El partido se moría, no había tiempo de nada. Y fue el comienzo de la gloria.
Agarre la bola, la puse en el medio del campo, retrocedí un par de metros y le dije a nuestro capitán: "Odri, tocala que pateo al arco".
El Pato la toco a Odri y este me la dio a mi. Los turros profesoriles se imaginaron la jugada y dos de ellos se me vinieron al humo. Hice un cambio de piernas tic-tac (muy probablemente, nunca mas en la vida haya hecho esa jugada con tanta rapidez y precisión) y los dos pasaron de largo. Empece a
avanzar en velocidad (todo ocurrió mucho mas rápido de lo que tardan en leer esto), tac, caño a Rey Valzacchi, ping, eludo creo que a Rossi (el de handball), me quedaba el ultimo hombre, el zaguero de lujo, pero le driblee hacia mi derecha y lo eludí en velocidad. Tanta velocidad que ya estaba en el vértice del área, pero sobre mi derecha siempre, y yo soy MUY zurdo. La bola se seguía abriendo, me sale el arquero (Curci, otro de gimnasia)desesperado, tengo que abrirme todavía mas, la bola que parece que se va por la linea de fondo pero en un esfuerzo supremo estiro la pierna derecha y le doy con borde interno, casi sin angulo, para el arco. El arquero estaba jugado, casi en el aire, la bola le pasa entre las piernas, pega en una de ellas y aminora su potencia, pero sigue picando y despacito, despacito, se mete junto al primer palo.
Yo con el envión me di la sabiola contra una de las columnas del fondo, quede tirado medio atontado y no pude ver el desenlace de la jugada, pero escuche el grito mas sagrado que cualquiera en este foro pueda oir "GGOOOOOOLLLLLLLLLLLLLL!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!"
Fue saque del medio y fin del partido, fue vuelta olímpica, fue llevada en andas, papelitos por doquier, palmada afectuosa y sonrisa cómplice del Padre Rector del Colegio, felicitaciones de todos y cada uno de los profesores por el gol conquistado, el abrazo con mi viejo y mis hermanos, y fue cambiarse en el aula cantando a voz en cuello el Himno del Colegio, a coro con el Prefecto General (el personaje mas odiado por TODO el Colegio), quien al final del Himno nos aplaudió con lagrimas de verdad en sus mejillas.
Ese, queridos e-amigos, ese fue mi gol soñado hecho realidad.
Fue una conjunción de tiempos y espacios mágica e irrepetible.
La verdad, no creo que nunca pueda volver a vivir un momento deportivo así.
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Uicli Uiners
Mi amigo Gabriel, tiene un blog acerca de su vida en Waterloo, Ontario, Canada, en donde en un post semanal publica las fotos que mas le gustaron o le causaron alguna reaccion en la semana.
El post se llama "Weekly winners".
Yo, de puro copion nomas, llame a este post foneticamente igual, pero lejos de ello... ya que ignoro si sera habitualmente semanal y, tampoco incluye las imagenes de esta ultima semana.
Simplemente incluye algunas imagenes que me han gustado mucho y que quiero compartir.
La primera es de Avi Plotnik, un amigo que reside en Israel, y que en la semana pasada ha sido abuelo de Shmuel Netanel.
La segunda es de mi equipo pehuajense, el Depo, que lamentablemente no esta pasando por una buena racha. La foto capta perfectamente el momento.
Las tercera y cuarta son dos fotos especiales... una de mi nieta Valentina y otra de mi sobrina postiza canadiense, Florencia Almada. Cuando Gaby, su papa, publico esta foto (junto a otras varias), inmediatamente trace el paralelo entre ambas... esos mohines son tan caracteristicos!
domingo, junio 08, 2008
De afectos...
Una de las cosas que mas me gusta es reencontrarme con la gente que quiero.
En cualquier momento y lugar, aun por vía telefónica.
Hoy en día las oportunidades aumentan, gracias a la herramienta llamada internet.
Pero, obviamente, eso no supera el hecho de poder estar mano a mano con alguien, o al menos escuchar su voz por un teléfono.
A que viene todo esto?
A que el sábado 31 de mayo tuve la oportunidad de contactarme con alguien muy querido para mi, con la cual hace tiempo no me contactaba.
Siempre, para su cumpleaños, le mandaba saludos a través de Pablo, mi hermano de la vida, y esta vez pude hacerlo personalmente, vía telefónica.
Por supuesto, el hecho de saludarla, de escuchar esa voz tan querida, produjo en mi un sinnúmero de emociones.
Sera que el paso de los años lo va emblandeciendo a uno.
El 31 de mayo pasado fue el cumpleaños de Clara Marina, una especie de segunda madre.
La mama de Pablo, como ya dije, mi hermano de la vida, y de seis hijos mas. Los cuales también llevo en mi corazón.
A Pablo y su familia los conozco prácticamente desde que nací.
Bueno, a Pablo podría decir desde que nació el, ya que le llevo dos años.
Eran mis vecinos en mi Martinez natal y juntos hemos vivido muchas cosas.
Desde cosas alegres, hasta las mas tristes.
Gracias a Dios la vida siempre nos ha mantenido unidos. A pesar de que durante mucho tiempo nos separaron unos 365 km. de distancia, y a veces hasta mas del doble.
Así es, ese vínculo jamás se perdió.
Cuando era chico y me vine a vivir a Pehuajó, Pablo era el ancla que yo había dejado en mi lugar natal, y a el me aferraba cuando los recuerdos me invadían.
Por supuesto, cada viaje a Buenos Aires era la oportunidad para visitar a mi familia postiza y pasar gratos momentos.
Recuerdo como si fuera hoy los juegos, las travesuras, las peleas, las reconciliaciones.
Recuerdo las trepadas por la medianera de casa para bajar en la casa de él.
Los partidos de fútbol en los pasillos de su casa, en equipos que componían sus hermanos y primos. Los campeonatos de "fútbol-cabeza". Los partidos de "caño", un pequeño torneo que consistía en ver cuantas veces le pegábamos con una pelotita a un caño de agua aéreo que cruzaba de un techo a otro.
Recuerdo los partidos de fútbol en la calle, cuando todavía se podía utilizar ese espacio sin peligro. O en el baldío de enfrente de la casa de "las tías", donde hoy se levanta un gran supermercado.
Todas cosas que me vienen a la mente y que mejor dejo de nombrar porque esto se hace muy extenso (y porque el cuore se me estruja).
En medio de todos esos recuerdos rescato la figura de Clara, una madraza que tuvo que remarla con la ayuda de sus hijos desde los early 70's, cuando su compañero de toda la vida, don Angel, pasó a la eternidad.
Por todo ello, y mucho mas que en estos momentos se me haría muy difícil describir, mamá Clara siempre ha ocupado un lugar muy importante en mi corazón. Y tal vez este post sea muy pequeño en su homenaje, pero es lo que siento escribir hoy.
Además, como ya dijera en otro post, los homenajes son mejores hacerlos en vida.
Volviendo al principio, el pasado 31 de mayo tuve el placer y la gran emoción de escuchar su voz y charlar un rato con ella.
Al otro día recibí una grata sorpresa, Pablo me envió la foto que comparto aquí tomada en el festejo de los (se puede decir?) 84 años de Clara.
Clara querida, con todo el corazón te dedico este humilde post, el cual lejos de poder expresar todo lo que mi corazón siente, al menos quiere reflejar lo mucho que este pehuajense te quiere.
miércoles, junio 04, 2008
Despuntando el vicio
Desde que empecé a seguir al fútbol pehuajense, allá por el 2000, un vicio secreto, bien escondido empezó a invadirme.
El hecho de meterme en lo que sería, con el perdón de los profesionales, el periodismo deportivo.
Empezó como un desafío nuevo, casi un juego, al armar la página No oficial de mi club local, Deportivo Argentino. En la cual, aparte de regalarle ese hito al club y de posicionarlo como el primer club pehuajense con un página web, me daba el gusto de armar la ficha de los partidos jugados por el Depo y hasta hacer comentarios de los mismos.
El bichito picó mucho mas, y esos comentarios, ya mas ambiciosos pues incluían la info de la Liga pehuajense, pasaron a formar parte de verdaderos reportes semanales que eran enviados a listas de correos como Argentina-Deportes, Futbol del Interior, C.I.H.F., y a quienes me la solicitaran via mail.
Así fue pasando el tiempo, y disfrute un montonazo esta tarea ad-honorem que hizo que descubriera lo mucho que me gusta todo esto.
Para colmo de bienes, mi hija Victoria decidió estudiar la carrera de periodismo deportivo, actualmente en el segundo año de la misma en la Escuela de Periodismo Deportivo de Quique Wolff, así que sin querer vi cumplido ese sueño que tiene todo padre, que alguno de sus hijos fueran lo que el le hubiese gustado ser.
Victoria ama la carrera, y estoy seguro que será muy buena en ello, si tiene la oportunidad de demostrarlo.
En noviembre de 2007, en oportunidad de estar "cubriendo" la final del torneo pehuajense, ya sin mi Depo en esas instancias, el Presidente de la Liga me dijo al pasar... "te animarías a hacer una página para la Liga?".
Y así me puse a armar algo, que va tomando forma, y si bien todavía le falta "final de obra", ya es una realidad. La página de la Liga Pehuajense de Fútbol.
Esta nueva "tarea" me ha permitido no solamente hacer la crónica de mi equipo, la cual sigue firme domingo a domingo en el blog creado a tal efecto, sino también meterme en la estadística de todo lo que tenga que ver con el fútbol local, las fichas de los diferentes partidos, etc., cosa que encuentro realmente fascinante.
Pero la frutilla del postre llegó el domingo pasado.
Los amigos de F.M. del Sol, en su ciclo Entretiempo, me otorgaron la responsabilidad de darles una mano siendo su corresponsal en el partido que iba a jugar Deportivo contra Calaveras.
Ya en una oportunidad, el año pasado, había hecho algo similar, pasando esporádicamente la info de un partido que se jugaba a 40km de Pehuajó, pero era una comunicación celular a celular saliendo al aire solo para pasar alguna novedad.
Esta vez, era en serio.
Handy en la mano, y cobertura total del partido. Comentarios al aire desde la cancha, ser parte de la "ronda" de información, intercambiar opiniones y hasta humoradas con el resto de los compañeros de la tarde futbolera. Si hasta tuve la oportunidad de relatar una jugada!!!!
La verdad... me sentí como en casa. Como si siempre lo hubiera hecho.
Creo, sin temor a equivocarme, que fue la vez en que más disfruté un partido de fútbol.
Si bien fue una ocasión especial, por circunstancias especiales, espero que se repita.
Ojala...